Noviazgo
Noviazgo es la condición o estado de novio. Cuando
dos personas se
encuentran en pareja y aún no están casados, se dice que viven un noviazgo. El
término también permite hacer referencia al tiempo que dura ese estado de
relación. Por ejemplo: “Tuvimos un noviazgo muy extenso”, “Carolina y
Miguel llevan cinco años de noviazgo”, “Creo que este noviazgo terminará
en matrimonio”.
El noviazgo
es un estado transitorio. Se trata de un periodo durante el cual dos
personas mantienen una relación amorosa con el objetivo de avanzar en el
conocimiento mutuo: si el noviazgo resulta satisfactorio para ambos, la pareja
terminará casándose. En el caso contrario, ambas personas se separarán y cada
una seguirá su camino.
Además de todo lo expuesto es importante que resaltemos que
los noviazgos han ido cambiando a lo largo de la historia, fundamentalmente a
la hora de iniciarse. Así, ahora, el comienzo de una relación de este tipo, por
regla general, se produce como consecuencia de la voluntad y el deseo de los
dos miembros. Pero tiempo atrás, era necesario que el hombre acudiera a casa de
ella para pedirle permiso al padre de la misma.
Es importante establecer que existe una gran variedad de
tipos de noviazgo. Todos ellos se diferencian en base a la idea o al
funcionamiento que tienen en función de cuestiones tales como la fidelidad, la
finalidad, el sexo, la duración o la formalidad.
Así, por ejemplo, hay relaciones de novios tradicionales
donde se aboga por la fidelidad de ambos miembros mientras que existen otras en
las que los dos miembros tienen claro que lo suyo es un noviazgo “abierto”.
Esto lo que viene a significar es que ambos pueden mantener encuentros de tipo
sexual con otras personas sin que eso vaya a afectar en absoluto a su relación.

Parejas destructivas o codependientes
Hostigante. Una de
las partes acosa al otro. Le persigue, le vigila cuando el otro no lo sabe, le
insulta, le menosprecia…
Paranoide. Hay desconfianza. Le quita el teléfono móvil para controlar sus llamadas, le impide hablar con los amigos de siempre…
Obsesivo. Huye del compromiso, pero exige que el otro esté a su disposición. Tendría atada a su pareja, mientras se marcha.
Narcisista. Es egoísta. Siempre habla de sí mismo y de lo que hace. El mundo gira a su alrededor y su satisfacción es lo único.
Antisocial. Maltrata, con gritos, golpes, menospreciando al otro, haciéndole sentir mal, y carece de cualquier sentimiento de culpa.
Caótico. Imprevisible, inestable y con emociones explosivas. No vive un amor real. Hoy es un apasionado y mañana te pide que no le llames.
Paranoide. Hay desconfianza. Le quita el teléfono móvil para controlar sus llamadas, le impide hablar con los amigos de siempre…
Obsesivo. Huye del compromiso, pero exige que el otro esté a su disposición. Tendría atada a su pareja, mientras se marcha.
Narcisista. Es egoísta. Siempre habla de sí mismo y de lo que hace. El mundo gira a su alrededor y su satisfacción es lo único.
Antisocial. Maltrata, con gritos, golpes, menospreciando al otro, haciéndole sentir mal, y carece de cualquier sentimiento de culpa.
Caótico. Imprevisible, inestable y con emociones explosivas. No vive un amor real. Hoy es un apasionado y mañana te pide que no le llames.
La union conyugal desde la perspectiva juridica
El paso del noviazgo al matrimonio representa una decisión
fundamental en la vida de dos personas. Se casaron y vivieron muy felices…
¿Dónde has escuchado esa frase…? Claro, en los cuentos… La vida real es otra
cosa; no siempre hay ese final feliz. Hay que preparar ese momento para
que resulte el verdadero inicio de un crecimiento personal.
El matrimonio se puede definir como la unión sexual
de un hombre y una mujer elevada a la dignidad de contrato; en términos
religiosos, “levada a dignidad de sacramento”. Debe ser unión voluntaria
con el propósito de convivencia permanente y cumplir los fines del matrimonio:
complacencia y apoyo mutuo y por lo general con fines de procreación.
El Matrimonio Civil puede tener estas formas:
a) Sociedad conyugal, un régimen en el que ambos cónyuges aportan los bienes que llevan al matrimonio y los que adquieren ya casados.
a) Sociedad conyugal, un régimen en el que ambos cónyuges aportan los bienes que llevan al matrimonio y los que adquieren ya casados.
b)
Separación de bienes, régimen en el que cada cónyuge conserva la propiedad
y administración de sus bienes y lo que cada uno produzca en lo sucesivo.
c)
Capitulaciones matrimoniales, régimen en el que hay separación
para determinados bienes y sociedad conyugal para otros.
La edad mínima, tanto para mujer como para hombre, son 18 años cumplidos. Anteriormente era de 14 para la mujer y 16 para el hombre; pero se ha considerado que se requiere como mínimo la madurez de los 18 años en adelante, por la trascendencia de esta decisión. El Código de Derecho Canónico de la I. Católica todavía establece como norma general edades mínimas de 14 para la mujer y 16 para el hombre. Sin embargo, acepta que en cada país los obispos modifiquen esta disposición